
Aunque para algunos pueda resultar muy obvio, las diferencias entre carrito y silla no son tan claras como podría parecer. Muchos padres utilizan la misma palabra para referirse a los dos objetos de manera errónea y eso puede llevar a algunas confusiones. Si queréis despejar vuestras dudas de una vez por todas leed bien este artículo porque os quedarán muy claras las diferencias.
Lo primero e importante es que ambos objetos tienen una función similar, aunque suene obvio decirlo, tanto el carrito como la silla sirven para transportar a tu hijo de un lugar a otro. Pero si conoces bien las diferencias podrás identificarlos sin ningún tipo de problema, ya que hay muchos detalles que te permitirán distinguirlos fácilmente.
El primero y más básico es el uso, el carrito está más pensado para niños recién nacidos, ya que va más en posición horizontal y están más protegidos del exterior. En cambio las sillas ya están diseñadas en muchos casos para llevar a niños ya mayores, más desprotegidos del mundo exterior pero que a su vez les permite disfrutar de él. Muchos padres prefieren usarlas lo antes posible para que sus niños se vayan acostumbrando al mundo exterior.
Otra diferencia importante y relacionada con lo anterior es el tamaño. En el caso de los carritos estos son mucho más voluminosos y pesado, por lo que cuesta más moverlos y ocupan mucho más espacio. Las sillas en cambio ocupan poco espacio, son ligeras y mucho más fáciles de mover y llevar a todos lados, como contra, tienen menos capacidad de almacenamiento que los carritos.
Los materiales de ambos no tienen por qué diferenciarse en cuanto a resistencia o calidad, pero sí es cierto que los carritos suelen venir con una gama más completa de accesorios y son mucho más personalizables.
Muchas familias deciden tener un carrito y una silla según las necesidades, y utilizar el carrito para paseos más largos y épocas del año más frías, y la silla para paseos más cortos como ir al parque y días soleados.
Y por supuesto otro factor muy importante que diferencia a los carritos de las sillas es el precio. Los carritos suelen ser mucho más caros que las sillas, ya que como hemos mencionado cuentan con mucho más material encima que las sillas, y su fabricación es mucho más compleja también.
Un ejemplo muy claro viene de la marca Rocking Baby, en el caso de la silla Pocket 2, el precio es de 249€, mientras que el carrito de la misma marca, el Rocking Baby 2, tiene un precio de 549€. Podéis encontrar más información sobre ellos y sus características en su página web https://rockingbaby.es/.